Queridas familias:
Hoy hemos hablado de la Iglesia. Todos los bautizados formamos parte de ella, y no hay nadie más importante que otros, pues todos somos bautizados, hijos de Dios. Pero a cada uno se nos ha concedido un don para vivir en la familia de la Iglesia. Todos tenemos un encargo, y por eso hay algunos que han recibido el encargo de celebrar los sacramentos, enseñar y cuidar de la fe, para que nos llegue bien (sacerdotes y diáconos); otros reciben la llamada a rezar por todos (religiosos); hay otros que están encargados de llevar el Evangelio a todos los ambientes en los que desarrollan su vida cotidiana (laicos). Pero la Iglesia no sólo la formamos los que nos vemos, sino que también los santos (Iglesia triunfante) y los que están purificando su amor para entrar en el cielo (Iglesia purgante), también son una sola Iglesia con nosotros. Todos somos parte del único Cuerpo de Jesús.
Como deberes mandamos el ejercicio de la página 20, y repasar los mandamientos. Por favor, los que no tienen libro aún tienen que traerlo ya.
¡El domingo nos vemos en la Eucaristía!
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