Como todos los días, al iniciar la Catequesis, tuvimos una oración con el P. Nacho en la que le rezamos a Jesucristo con el título que celebrábamos el domingo pasado (Cristo Rey del Universo) y comenzamos en un clima de respeto y silencio postrándonos, saludando y adorando al más importante de todos: a nuestro Señor Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
Tras aprender en la Catequesis del día 15 de noviembre que los cristianos somos una gran familia, nos hemos dado cuento que, al igual que todas las familias poseen una casa, nosotros, la familia cristiana, también tenemos una casa: EL TEMPLO, LA IGLESIA…LA PARROQUIA.
…Y hemos querido construir la Iglesia porque en ella vive, nos espera y nos reúne el mismo Dios, quien quiso permanecer con nosotros en la tierra hasta el fin de los tiempos y, para ello, obró el milagro más maravilloso y nos concedió el regalo más valioso: Jesucristo en la Eucaristía.
Por ello, hoy hemos aprendido los elementos principales de una Iglesia:
- El Sagrario: el más importante de todos. Porque allí se encuentra Jesucristo en la Eucaristía. En él se guardan las Formas Sagradas que el Sacerdote repartirá en la Comunión. Una vela roja nos indicará si Cristo está presente (si ésta encendida) o si no se encontrar en él (si estuviera apagada)
- El Altar: revestido de manteles y con velas en los laterales, es el lugar donde celebramos la Eucaristía, conmemorando y reviviendo cada día el sacrificio de nuestro Señor Jesucristo: su muerte y resurrección. Su entrega por todos nosotros para el perdón de nuestros pecados
- La Pila Bautismal: lugar donde se celebra el rito del bautismo: sacramento por el cual quedamos limpios del pecado original y entramos a formar parte de la familia cristiana
- El Ambón: es el atril desde donde se proclama la Palabra de Dios
- El Confesionario: es el lugar donde se nos perdonan los pecados al acercarnos al sacramento de la confesión.
- La Sede: es la silla del celebrante de la Santa Misa
También aprendimos que existen otros templos que no son de piedra. Templos vivos: somos cada uno de nosotros porque llevamos a Dios dentro de nuestros corazones y, realmente cada vez que recibimos la Sagrada Comunión. Por ello debemos respetar y salvaguardar nuestro cuerpo de todo mal, porque en esos momentos somos sagrarios vivos y templos del Espíritu Santo.
Después, todos juntos, cantamos una canción preciosa, Tan cerca de mí, que nos hace ver lo cerquita que tenemos a Cristo y que no tenemos que buscarle lejos porque se encuentra dentro de nuestro ser, en nuestros corazones. Os invitamos a pedir a vuestros hijos que os la canten.
Finalmente, como siempre, terminamos la Catequesis, con el mismo de respeto y silencio postrándonos, nuevamente, y adorando al más importante de todos: a nuestro Señor Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre.
Como tarea para la próxima semana, querríamos que los niños enseñaran a los padres lo que han aprendido en la catequesis de hoy. Para ello os pediríamos que, juntos, cumplimentaseis las páginas 23 y 24 del libro y hacer identificar a vuestros hijos qué sacramentos pueden celebrarse en/con los diferentes elementos que en el tema hemos visto.
Nos vemos el domingo en la Santa Misa
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