En la oración del comienzo hoy hemos aprendido la primera estrofa de una de esas oraciones de toda la vida que han rezado millones de personas: "Bendita sea tu pureza".
Luego, en la catequesis nos hemos acercado a un pasaje precioso del evangelio, el Bautismo de Jesús. Ahí aparece la Santísima Trinidad al completo: Jesús en el río, el Espíritu Santo descendiendo y el Padre pronunciando sus Palabra "Este es mi Hijo...".
Primero les hemos explicado que la gente acudía a Juan, el Bautista, para que los bautizara. Porque Juan predicaba la conversión, el arrepentimiento para el perdón de los pecados. Entonces, las personas primero reconocían sus pecados y despues eran bautizados por Juan en el río Jordán.
Cuando Jesús se acercó para recibir el bautismo de Juan, como si fuera uno más, un pecador, Juan no quería porque sabía que Jesús no tenía pecado. Jesús le explica que convenía que lo hicieran así, para mostrarnos que Él tomó sobre sí nuestros pecados para librarnos a nosotros del mal.
El Bautismo nos hace hijos de Dios y discípulos de Jesús. Esto nos lleva a tener el compromiso de hacer el bien.
Todos los niños han escrito su compromiso personal para portarse bien en casa, el colegio, la catequesis, con los amigos, venir a misa, etc. Ese compromiso lo debemos cumplir. Esta es la tarea para esta semana. Ayudadles a que cumplan la palabra que le han dado al Señor.
Hasta el domingo en la Santa Misa.
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