Catequesis

Este lunes 21 no hemos podido empezar mejor la semana, pues lo hemos hecho con la alegría de confesar por primera vez nuestros pecados.

Hemos sentido el amor de Dios hecho misericordia en nuestro propio ser.

Tuvimos una ceremonia sencilla en la que el padre Nacho nos presento a los sacerdotes que nos iban ha acompañar y es que tuvimos la suerte de estar acompañados además de Nacho y Martín, de Raul el formador de nuestros seminaristas  (Quique y  Miguel ) y de Julio que es el arcipreste.

Compartimos el evangelio que fue el hijo prodigo y escuchamos a modo de pistas, algunas pecados que a lo mejor podríamos estar teniendo en nuestras vidas. Y poco después llegó el tan ansiado momento de la confesión.

Es increible como poco antes de confesarse las caras de los niños e incluso sus bocas murmuraban un ¡Que nervios!. Pero su cara realmente se transformaba, cuando salían después de haber confesado, casi todos decían sentirse muy bien y felices.

Durante el rato de la confesión tuvimos la suerte de contar con Jesús nuestro antiguo y siempre catequista en nuestros corazones, nos hablo sobre la alegría que se siente de ser hijos de Dios y de lo grande que es su amor que nos quiere tanto que nos perdona con una misericordia infinita (todo esto lo hizo tanto por medio de la palabra como de la canción).

Ademas cada chico cuando acabo de confesarse tuvo la oportunidad de expresar en un papel como se sentía (es bueno poder expresar nuestros sentimientos para dar cauce a la alegría sentida) y nuestros chicos se sintieron muy felices.

Ojalá ese amor de Dios transforme a cada uno de nosotros convirtiendo nuestros pecados en oportunidades para ser mejores cristianos.