Hoy hemos recordado, del viernes anterior la tendencia que tenemos para hacer lo que no debemos y no hacer aquello que tenemos que hacer, fruto todo del pecado de nuestros primeros padres que llamamos pecado original, por el cual la humanidad ha conocido el mal; dolor, trabajo, guerras, hambres….
Pero Dios en ese momento no nos deja solos, sino que nos promete un Salvador Jesús que quiere que todos seamos hermanos, hijos de un mismo Dios.
A partir de ahí contamos la historia de Caín y Abel, viendo como por envidia Caín mata a su hermano. Hemos explicado lo que es la envidia, y las malas consecuencias que conlleva.
Hemos terminado con una oración pidiendo a Dios que nos libre de la envidia, de toda tentación, pidiendo a su vez perdón por nuestras faltas.
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